De hacer el amor con los girasoles y la guerra en barcos de papel.
Cuando llegue el día de despertar a la conciencia, de desayunar amaneceres y dar los buenos días al lechero y al cartero; el día de poner patas arriba a la gravedad, y al sistema decimal.
Cuando llegue el día de tumbar a los ochos y hacer de ellos infinitos.
El día que no te conozca, o que te conozca de toda la vida.
Escucharemos los pestañeos, hablaremos con las sonrisas, os escupiremos con silencios y os gritaremos con miradas de punto y a parte.
Cuando llegue el día de llorar de la risa,
nos dolerán los pies de tanto andar y echaremos a volar.
El día de fumarnos el aire y bebernos el miedo, nos diremos las verdades, y haremos del arte nuestra arma de destrucción masiva. Seremos arte y tus labios la bayoneta.
Bailaremos borrachos. Borrachos de amor, borrachos de revolución.