lunes, 22 de noviembre de 2010

Detalles. Detalles que hacen rozar las nubes.

Al final nos quedamos con los pequeños detalles de los grandes momentos. Tan pequeños son esos detalles, que incluso los de toda nuestra vida cabrían en una caja de puros habanos.


 



viernes, 19 de noviembre de 2010

Verbos que podría hacer {té}


Oler, mirar, sentir, abrazar, besar, sonrojar, sonreír, gritar, conocer, aprender de memoria, acariciar, bailar, desnudar, comer, susurrar, querer, soñar…


{Té}






viernes, 12 de noviembre de 2010

Historias.


A veces me hace cosquillas la realidad. Porque a veces nos susurra con historias poco convencionales. Hoy te robaré una historia que me contaste una vez. No me saludaste, ni me preguntaste cómo me iba, porque eres de esas personas sinceras que se saltan los ritos de cortesía pero sin perder educación.
Y me contaste una historia que guardé. Estabas en la playa. Era una de esas playas del norte que tanto me gustan. Apenas hay gente en invierno, y eso me gusta todavía más. Porque te topas con la soledad, con la soledad amable propia de las mañanas, no me refiero a la soledad de las noches que se nos clava en la garganta. Hacía algo de fresco, el justo y necesario. La brisa del mar con sus olas que golpean al silencio. Mirabas al horizonte, pensativa te perdías en las olas. Pero solo pensabas en que eras feliz en ese momento, dejando a un lado tu vida y tus quehaceres, amores, y desamores, establecías un paréntesis de arena y podías decir que eras feliz. Tus pies jugaban con la espuma que iba y venía en la orilla. Y se acercó él. Cuando me contaste esta historia no me diste detalles minuciosos sobre el desconocido, la verdad, y siempre que pienso en él, aparece de espaldas. Lleva un jersey de rayas azules y blancas y su pelo es castaño claro. No sabremos nada más de él. Sólo que cada vez que os encontrabais sobraban las palabras. Tú te sentabas junto a él, y él se sentaba junto a ti. Alguna tímida mirada, pero solo las primeras veces. Era como una manera de pedir permiso para compartir silencios.
Este ritual extraño se repitió durante unos cuantos días, siempre salteados, pero no había relojes, ni calendarios. De un modo misterioso ambos sabíais que os encontraríais. Era vuestro mejor momento. Si tuvieras que establecer una lista de momentos favoritos, el primero sería el de las 7 y 20 am, cuando amaneces con olor a café recién hecho y lo saboreas. Es uno de esos paréntesis de los que hablé antes, pero esta vez no de arena, sino de café caliente. Pues bien, el segundo momento favorito de tu lista de momentos favoritos sería aquel.
Un día dejasteis de ir. No sé quién falló, si él, o tú, pero uno de los dos no se presentó. Entonces, el otro supo que había llegado a su fin esta historia. Pero el final no es triste. Tenemos la horrible costumbre de asemejar las despedidas a la tristeza. Las historias siempre se acaban, y no por eso son menos felices, es la vida misma. Y no os confundáis. No se trata de una historia de amor. Es una historia sobre silencios.

He aquí tu historia. Con algún que otro toque inventado. Cuando tus palabras caían en mis manos así me lo imaginé yo, y qué hay mejor que echarle un poco de imaginación.
Eres de las mejores desconocidas que conozco. Y todo esto te sonará poco convencional si te da por pasarte por aquí… Pero yo apostaría a que eres una persona poco convencional.

martes, 9 de noviembre de 2010

Hoy me levanté poesía.

 

Transformar la realidad, ver lo que nadie más ve, mirar a través de los charcos del suelo, cerrar los ojos y escuchar los olores, y ser poesía, a veces.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Etapas


Tendemos a ponerle nombre a todo. A las etapas. Y luego están las etapas de transición. Esas que hacen de puente entre algo grande y otro más grande aún. Pero que nunca se les pone nombre. Aquí estoy. En mi etapa de transición entre dos algos a los cuales no quiero ponerles nombre tampoco, al uno porque no existe, y al otro porque requeteexistió.
Y ahora, que no pasa nada, o que pasan demasiadas cosas a la vez, estoy en mi etapa de transición. Sin nombre, claro. Y no creas que va a ser menos importante porque esté en medio como los jueves, al revés. No hago más que esperar, que mirar para cruzar por un paso de cebra que quizás no exista, a que se ponga en verde el semáforo – maldito semáforo – Es lo que pasa cuando a mí me hacen esperar, que no sé, porque siempre he sido de las que se la juegan cruzando en rojo.

Me consuela que los genios parieron sus grandes obras en etapas de transición, en ese instante que va después del huracán, entre la paz y la guerra.
Nunca nadie se acuerda de ellas. Yo las llamo jueves, mi etapa de transición se llama Jueves.
Y ahora todos los días son Jueves.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Soy Noviembre

Apesta a negocio, apesta a despacho, apesta a funcionario, apesta a comercio, apesta a publicidad, a rutina, a comodidad, a relajamiento, a aburrimiento, a burocracia, apesta a todo menos a teatro, a todo menos a ARTE

Queremos un arte que sea capaz de cambiar los corazones de la gente, un arte que les haga sentirse libres, un arte que llegue directamente al espíritu de todos los hombres, que nos mejore como personas, un arte sin fronteras, sin religiones, sin razas, y creemos en el arte como un arma, pero no un arma de fogueo, un arma DE VERDAD, un arma que se tiene que hacer oír, y que tiene que dar en el blanco.


 -Así que quieres cambiar el mundo...
-Pues sí, me encantaría cambiar este puto mundo. Y creo que todavía se puede.



Nosotros queríamos cambiar el mundo y desde luego, no lo conseguimos. Ahora lo que intento, es que el mundo no me cambie a mí.
 

Para acompañar ...   http://www.youtube.com/watch?v=fkk42e5x2hs
Y es que noviembre siempre me trae algo bueno.