Como Adán y Eva atrapados en un ascensor. Sin manzanas, ni hojas que tapen nuestras vergüenzas. Porque el otoño ya quedó atrás. El otoño y todas sus historias se esfumaron y ahora no tenemos nada que esconder, y demasiadas cosas que decirnos con miradas.
Ojala. Ojalá que suene la alarma de incendios y que no podamos escapar de aquí y que no nos importe. Y que del techo salga agua a presión. Y tú y yo, mojados, compartamos resfriado.
Pero llega mañana y ya no te acuerdas, porque estábamos demasiado borrachos, o porque solo era un sueño. Y solo queda saludarte y preguntarte qué tal dormiste, lo que me recuerda que no fue conmigo. Es una pena.
Que eres como el café de por las mañanas, amargo, como a mí me gusta. Que ya no quiero relojes que midan los días que me ves y no me miras.
El día está demasiado nublado. O quizás sea el humo de tu tabaco, que me envuelve y me busca cuando nos cruzamos en el pasillo, y hago como que no existes, y bostezo, para no tener que mirarte. Pero el pasillo está lleno de espejos.
Y pongo la música bien alta para no oírte. Pero todas las canciones hablan de ti.
Que me escondo de ti, donde sé que no me vas a encontrar, pero estás donde estás, y donde no, también.
9 comentarios:
oye me acabo de dar cuenta;
qué genial la cabecera :)
me gusta muchísimo :)
Bonito bonito :)
sin palabras Eva, de verdad.
:O
Hasta el fondo me llegó...muy en el fondo!
Me lo voy a guardar en el ordenador, por si algún día se me borrara de la cabeza.
Ewita.
Hoy largo café *.*
u.u
T_T
.
Hay veces que las canciones parecen hechas a propósito. Como para joder, vaya.
Como siempre, un texto precioso y una foto que parece que vaya a desaparecer si pestañeas.
No me canso,puedo leerlo una y otra vez, y sólo quiero más.
muy bien EVA
Sin palabras, genial, me encanta tu blog.
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